Iba caminando por Palermo cuando me encontré con la basura más triste que vi en mi vida: un montón de cepillos de dientes infantiles, en su porta cepillos, y hasta con la pasta a medio usar. Estaban en la puerta de un lugar tipo guardería infantil o algo así.
No quiero compartir a dónde me trasladó la imaginación, pero la verdad es que me dio escalofríos!!
De más está decir que debe ser tan simple como que se mudaban de lugar y compraban nuevos cepillos, o algo por el estilo, pero si yo hubiera sido maestra de ese lugar por lo menos los tiraba en una bolsa cerrada!
A falta de cámara digital portatil (en casa de herrero...) lo filmé con el Ipod. Adjunto pruebas!
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