De qué se trata este blog?

Eventos de mi vida cotidiana. Gente, fotos, cosas que ví, situaciones que viví, colores que se me grabaron, músicas, palabras.





domingo, 17 de abril de 2011

Un asiento por favor!! pero no literal...

Para viajar en ómnibus los domingos hay que tratar de hacer control mental y no hacer contacto con la realidad. Pero como es increíblemente difícil, la conclusión es que los que vamos siempre atentos, nos enojamos.

Resulta que los domingos es el día en que viaja más gente mayor. Seguramente van a visitar a los hijos, los nietos, y hoy en día no está para taxi. Así que van subiendo...y empieza la película de siempre: nadie les da el asiento.

No quiero hacerme la justiciera, pero llega un momento que la escena ya es graciosa y hay que intervenir. Trato de no hacerlo seguido pero hay días en que me supera. Hoy fue uno de esos días.

Se sube una pareja claramente mayor a ojos de cualquiera, entre 70 y 80 años. Arregladitos los dos, unas ternuras andantes. Veo que pasan y nadie atina a levantarse. Yo con el ipod puesto pero a esta altura apagado, empiezo a mirarlos fijo a todos (al menos a los de los primeros asientos, que SON para gente mayor, embarazadas, niños) nadie reacciona. Una chica de treinta y pico charla con otra muy sentadas las dos. Ahí grito (sí si, algunos dirán esta metida) UN ASIENTO POR FAVOR!! así como gritan los choferes, ya me aprendí hasta el tonito.

Una chica se disculpa, que no los vio (cómo les explico...los tenía pegados al lado, pegados...pero bueno, le creamos) y da el asiento. Y qué pasa? nadie más da otro!! Tan literal se lo tomaron? es obvio que eran DOS personas mayores! pero nunca nadie grita, DOS ASIENTOS POR FAVOR!! confié en el sentido común.

En este punto yo más que enojada estaba como perdida. Por un momento me alejé del ómnibus, lo miré como desde afuera. Si toda esta gente no se da cuenta, nadie, seré yo la loca? estaré demasiado atenta a lo que pasa cuando tendría que concentrarme más en mi música? Qué pasa con el mundo? Que quede claro que no estoy insinuando considerarme ni un gramo mejor persona que la gente de este ómnibus, pero claramente sí me considero más conectada con lo que pasa alrededor mío.

Hicimos como veinte o treinta cuadras, yo tratando de no pensar en nada, y de repente la chica treintiañera terminó la parte interesante de su charla y le dijo, señor se quiere sentar? así como quien hace la buena obra del día, muy contenta ella con ella misma. Yo la miraba y no me lo creía...

Conclusión: admiro a la gente que no hace contacto con la realidad. Creo que son mucho más felices.


domingo, 10 de abril de 2011

Me encariñé y vino a casa: Arboliiiito!

Si hay que ir al vivero, el día es el sábado a la mañana. No sé por qué pero no se me ocurre otro día, será porque durante la semana llego demasiado tarde y siento que sin luz de sol ya es otra historia. Casi como barrer de noche.

Así que el sábado me levanté, me cambié y partí al vivero. Mi objetivo en realidad era comprar unos pedazos de ladrillos, piedras, algo para rellenar mi cantero con cañas que tengo miedo que se me vuelen. Y como sabía que te llevan las cosas a tu casa sin cargo, pensé, de última agrego una plantita, algo, me llevan el combo a casa y esquivo ir al Easy que da toda la fiaca del mundo.

Entré y me empecé a encariñar con las mil plantas que había (y eso que no soy muy plantera, creo que era el efecto sábado-a-la-mañana-con-sol). Pero, qué me compro? Si quiero comprar algo que conozca tiene que ser geranio, jazmín, malvón, ficus o helecho (no me gustan los helechos), hasta ahí llega mi conocimiento. Sino ya tengo que elegir por ósmosis. Así que empecé a caminar y al foooondo del vivero (donde me dijeron: no te acerques mucho! estamos en juicio con la obra del edificio de atrás desde donde caen escombros) había una planta con forma de arbolito.

Venía viendo precios del tipo Alegrías $9, Malvones $25, Jazmines del cabo $90 (epaaa) y así. De repente me encariñé con este arbolito, disculpe, le quiero preguntar un precio, me acompaña hasta el foooondo y le muestro? Pero cuidado con el fondo que estamos en jui...sísi ya sé, no pasamos el alambre. Éste. Ahhhh, una Eugenia hecha arbolito, está a $218. Doscientos dieciocho pesos? uuuuuuuu, siempre me pasa lo mismo, sin querer elijo lo caro.

Sigo mirando, sigo mirando, pero no hay forma, me gusta mi arbolito pero no pago tanto. Y no soy de regatear (en argentina al menos) pero acá de repente veo que tienen varios de estos al frente del negocio con el precio puesto $218 quietos, nadie los mira. Chiste va chiste viene, van a vender tantos de éstos a $218?? Jaja qué cara que está la vida, ni una planta se puede comprar uno, risas, miro los malvones tratando de encariñarme, el hijo de la dueña le dice algo a su mamá, la mamá (dueña) me ve la cara de nopagotantoporunaplanta y dice (con buena onda) dejásela a $130. Yupiiiiiiiiiiiii me salió mejor que si hubiera regatedo yo!

Sumando la maceta de barro, la tierra, las piedras que necesitaba y los etcéteras obvio que el sábado a la mañana con sol me salió caro. Pero valió la pena. Llegó Arboliiiito! a casa (así se llama, con cuatro ies y con !) y pasó a ser mi íntimo amigo. Hasta se puede abrazar, es más alto que yo. Y en primavera da como unas pelotitas color fucsia según entiendo.

Si sobrevive al invierno, al viento de mi balcón, a mis regadas esporádicas y al sol de todo el día, en primavera subo una foto con las pelotitas fucsias, prometido.




lunes, 4 de abril de 2011

Sueño 2: un ascensor no convencional

Sueño que me paro frente a una puerta y llamo al ascensor. Pero no hay ascensor, son todos los departamentos los que se mueven, yo sigo quieta. Empiezan a pasar para abajo, voy viendo por la ventana fija distintas cortinas que pasan, en algunos departamentos hay gente, otros apagados, distintas puertas, teles prendidas, chicos que juegan. De repente frena y empiezan a pasar los departamentos pero para el costado, más cortinas distintas, más puertas, más gente cocinando, más teles prendidas, hasta que frena en una que es la mía.

Mi puerta es corrediza. Entro a casa y está el portero con su hija (están actuando porque en realidad él es un tipo de mi empresa y ella una compañera de la academia de inglés que no veo hace 15 años). El portero se pone a contarme que decidió que nos mudemos todos a otro edificio a la vuelta.

Así de fácil, el portero decidió que nos mudamos. Vienen de los otros departamentos al mío, a escuchar el comunicado (no sé cómo se habrán trasladado...ahora que pienso falló el sueño, en alguna parte se debería haber movido mi departamento mientras iban armando el tetris para llegar a casa por alguna puerta cercana). Pero nadie se queja, cuando el portero decide que nos vamos, nos vamos, sin chistar. Qué impotencia!

Ahí me despierto, a las 6:20 am, miro mi casa, pienso en mi portero, que si llega a decidir algo así nos plantamos todos en reunión de consorcio, y me vuelvo a dormir feliz.