La basura más triste

Iba caminando por Palermo cuando me encontré con la basura más triste que vi en mi vida: un montón de cepillos de dientes infantiles, en su porta cepillos, y hasta con la pasta a medio usar. Estaban en la puerta de un lugar tipo guardería infantil o algo así.

No quiero compartir a dónde me trasladó la imaginación, pero la verdad es que me dio escalofríos!!

De más está decir que debe ser tan simple como que se mudaban de lugar y compraban nuevos cepillos, o algo por el estilo, pero si yo hubiera sido maestra de ese lugar por lo menos los tiraba en una bolsa cerrada!

A falta de cámara digital portatil (en casa de herrero...) lo filmé con el Ipod. Adjunto pruebas!

Haditas o lagartijas?

En épocas de las fiestas, de regalos, de locura de compra y venta, cada tanto me aparece la deformación profesional. Como hoy que mirando a un tipo que vendía sus artesanías en el pasillo del subte me puse a pensar, cuál será el arito que mejor vende?? y cuál será el que no vende ni rebajadísimo? Quién es su cliente tipo?

Pensando en esto me acordé de un hippie que conocí en Máncora, Perú. Cuando viajo sola conozco mucha gente que pasa tiempo en la calle, porque ando en la misma y con tiempo libre. Así que con este chico nos hicimos compinches unos días, yo feliz de conocer su mundo de venta de artesanías (intercalado con surf).

Un día me mostró su "producción". Un montón de piedras, piedritas, maderitas, alambres, ganchos, tanzas, etc. Todo en una cajita. Y un montón de fotocopias con dibujos de lagartijas, duendes, estrellas, flores y demás formas.

Me cuenta así como al pasar: No sabés lo que vende esta hadita!!! la hago y a los dos segundos la vendo!!! (me decía mientras hacía un arito de lagartija y con cero haditas en el stock). A ver, a ver, y por qué no hacés MUCHAS haditas si ya sabés que se vende tan bien? si a la lagartija no te la compran tanto ni te gastes. Invertí tiempo en lo seguro! (para mí, más claro echale agua).

Él me miraba como diciendo...pero yo quiero hacer lagartijas!!! y seguramente por dentro pensaba, lo del hadita es casualidad, seguro un día empieza a gustar la lagartija, qué sabe esta cordobesa!!

Ahí reaccioné, por eso él anda tan pancho vendiendo artesanías y haciendo surf, sin pensar qué vende bien sino qué tiene ganas de hacer él ese día y yo trabajo todo el día mirando un excel para saber exactamente qué vende bien, soñando con estar haciendo surf y vendiendo artesanías en la playa...

De shampoos y cremas de enjuague

Nunca entendí muy bien el tema de los shampoos (vaya uno a saber cómo es el plural!): Cabellos largos con puntas resecadas, Rulos firmes, Lacios perfectos, Cabellos finos, gruesos, grasos, secos, etc. En realidad más que no entender, nunca creí en los distintos tipos. Pero siempre fue una descreencia a medias, porque por las dudas me llevo el que justo describe mi pelo. Y como hay miles, siempre uno te describe perfectamente. Y aunque no creés, cuando leés la descripción exacta de tu pelo, se te escapa una sonrisa y la probabilidad de que lo lleves es altísima! Igualmente me sigo preguntando, pondrán algún químico distinto o es solamente el área de Marketing mandando a imprimir envases nuevos con frases comerciales según la moda de pelos??

Este último que vi fue el mejor. Y lo más gracioso (o triste) es que lo compré! PROTECCION CONTRA EL CLIMA. Contra el clima? de repente me dio tristeza el clima! Una cosa es el clima húmedo, o el clima seco, o el clima tropical...pero el clima, de por sí, qué te hace? Por qué te vas a querer proteger del clima así generalizadamente? Pero la realidad es que me lo compré, por esto mismo que decía antes: leyendo todas las propiedades de los otros, eran opuestos a mi pelo!! y de nuevo, no creo, pero por las dudas me llevo uno neutro!

Y hablando de shampoos por último, siempre pienso: Qué les cuesta escribir SHAMPOO o CREMA DE ENJUAGUE bien grande en los envases? por qué uno se tiene que concentrar tanto para entender cuál es cuál, como si quisiera ver un detalle insignificante??

Por suerte si mañana nieva, estoy cubierta.

Approach de boliche

En un boliche de San Isidro:

El: Hola, sos de acá de San Isidro?
Yo: No, soy de Córdoba en realidad pero vivo en Capital.
El: Ahhh mirá vos, Córdoba. Yo vivi algunos años en Tucumán cuando era chico. Y después 12 años en EEUU...con caballos de polo y eso, viste? Y ahora hace dos años que me volví y vivo acá.
Yo: Ahjá
El: Pero trabajando para americanos obvio, sino no da. Facturando mucho mucho...a los 50 años no quiero trabajar más!
Yo: Buenísimo (mientras pensaba: Quién te preguntó todo esto???)

Digo yo, ese es su speech y será que levanta? Qué triste!! La miré a mi amiga que estaba charlando con el amigo, que parecía tener la misma cantidad de neuronas. Nos dimos vuelta y nos fuimos. No hay que ser maleducadas, ya sabemos. Pero cuando te encontrás con gente gila yo ya decidí que sí vale!!

Misterio: El traslado de objetos

Hoy mientras iba en el ómnibus con mi nueva mesa de luz, pensaba: por qué nunca veo gente trasladando cosas? Digo, estadísticamente, si la gente trasladara los objetos como yo los traslado, debería ver por día en promedio 3 sillas, 2 mesas de luz, alguna lámpara...digo, dónde están? Todos las llevan en taxi o auto?

Entonces me puse a recordar mis traslados...mi banco, ese fue el mejor. Estaba yendo a boxeo (que practiqué hasta que me lesioné la rodilla, no era lo mío!) y de repente veo una casa de antigüedades. Si alguien va siguiendo este blog entenderá que SIEMPRE entro a estos lugares, no puedo evitarlo. Así que entré, y salí feliz con un banco alto de madera perfecto para la barra de mi cocina. Pero todavía tenía que ir a boxeo, así que caminé las tres cuadras con mi banco y cuando llegué expliqué en recepción y lo dejé ahí.

El gimnasio era una casa antigua en Belgrano, sobre Echeverría, con escalera de madera, todo madera, cuestión que mi banco iba pintado. Cuando termino la clase bajo y en recepción había dos chicas diferentes, una muy sentada en mi banco tomando mate. Y ahí vino la explicación surrealista, que disculpara, que ese banco era mío, así que la chica dejó el mate, me devolvió el banco y se quedó parada, seguramente pensando, me sonaba que nunca hubo dos bancos! así partí a tomar un taxi. De más está decir que esperé el taxi felizmente sentada en mi banco, en esos momentos vuelvo a tener 5 años!

Y entonces vuelvo a mi pregunta, dónde está la gente que traslada cosas? O mejor dicho, dónde están las cosas que traslada la gente? cómo llegan los percheros de pie a las casas? y las mesas de luz? las sillas? todas van prolijamente guardadas y no las vemos?? a mí siempre me ven!! O también pensé, será que nadie compra sólo una mesa de luz? ni una silla solitaria azul como la mía? ni un banco suelto? capaz viene por ahí el tema, que va para una próxima entrada en mi blog!

Sacarse el Ipod

Hoy iba caminando por Palermo, por suerte sin el ipod en ese momento. Empiezo a escuchar atrás mío ruido de mochilas con rueditas. Miro y era un nene de 4 años aproximadamente y su hermana de 9 o 10 años. Más atrás venía una señora mayor, que nunca entendí si era la abuela o una vieja caminando muy cerca, porque no jugó ningún rol. El nenito tenía un delantal cuadriculado bien chiquito en azul. Rubio cabezón y rapado.

De repente el nenito dice Manuuuu, para Navidad me podés regalar un robot que tenga un corazón así que diga "Manu"??. Bueno, le dice ella. A los cinco pasos le dice, Manuuuuuu, aunque me pegués yo te voy a querer todo el día!!

Ahí me frené y me hice la que leía un cuaderno, así me pasaban, porque no podía ir tan cerca sin parecer peligrosa. Me pasaron y ahí el de nuevo le dijo, Manuuu...algo que no escuché pero debe haber sido otra dulzura.

Arranqué de nuevo y me les puse cerca, ahí ya tentada de ver esta escena que parecía de película. De repente el nenito se frena, la mira y le dice, Manuuuu, sabés que te quiero mucho??? Y Manu, a quien por ser más grande seguramente eso le sonaba a cursi, le pone tono de chiste y le dice siiiii yo también te re re re re re re súper súper quiero!

Siguieron caminando y me dejaron con una sonrisa tan tan grande...qué bueno es sacarse el Ipod cada tanto!

Me bajo o me quedo?

Por qué cuando uno decide bajarse en cierta parada de ómnibus, aunque esté en el medio de una linda charla, o en un momento crucial de un libro, se baja igual? Sí, cuando tenemos un horario que cumplir, está claro. Pero a veces realmente estamos con tiempo, y estamos como "seteados" para bajarnos en cierto lugar o caminar por cierta calle.

Yo siempre fui de hacer esto, suelo ser bastante estructurada con ciertas cosas. Guía T en mano, sé exactamente dónde tengo que bajarme para caminar menos a destino.

Pero este último tiempo decidí escucharme mejor. Cuán feliz soy por bajarme acá y cuán feliz soy por quedarme? Me pasó en dos situaciones en menos de un mes.

Una, en el subte. De repente se sube una banda de música, super equipados y buena onda. Piden disculpas porque tenían que afinar los instrumentos, afinan (ya esto era súper lindo) y empiezan a tocar. Me pongo a filmar y cuando miro, Olleros, me tenía que bajar. Me sentí bien de decidir: no me bajo nada! Me bajé dos estaciones después, feliz con la música en la mente y llegué a lo de mi amiga caminando por calles nuevas.

La otra fue ayer, en el ómnibus 29. Como siempre, venía yo leyendo un libro en chino (que me está costando horrores). De repente sube un señor de unos 80 años aproximadamente. Cuando ve mi libro, sin importarle mi música ni nada me mira y me dice, eso es chino? Y ahí me empieza a contar que estuvo en China un mes, en 1986, a qué ciudades fue, qué palabras se acordaba en chino, cómo era todo...wow, le brillaban los ojos y buscaba información en lugares bien escondidos de la mente...de repente, mi parada. Cómo me voy a bajar? Ni miré la parada para no distraerlo. Lo escuché feliz y dos paradas después me bajé. Caminé las míseras 9 cuadras para llegar a mi destino, contenta con romper estructuras. Quedarme sin la historia de este señor por 9 cuadras? Ni loca!!!!

Una hijita en cada mano

Una imagen super linda ayer a la tarde. Yo iba caminando atrás de un chico, de unos 35 años, que tenía una hijita agarrada de cada mano. Las dos con unos vestiditos tipo solera, con voladitos abajo, muy parecidos pero de distintos colores. Una con violetas, azules y blancos y la otra con rojos, naranjas y amarillos. Se llevaban como máximo un año y medio, un poco pelirrojas, pelo cortito.

Ahí iban los tres, caminando, ellas agarradas bien fuerte, cada una de una mano.

Para ellas cada una andaba sola con su papá. Al tener una mano, y un oído de su lado, cada una se sentía con derecho de ir charlándole sobre sus cosas. Iban hablando fuerte, contandole una historia del colegio, algo que había pasado, al mismo tiempo y sin escucharse entre ellas. De repente una empezó a enseñarle una canción, algo sobre aprender a jugar (pero no era la conocida).

El papá claramente estaba cansadísimo, de camisa recién llegado del trabajo, con una mochila pesada que parecía tener una laptop. Yo tenía que averiguar si estaba tan feliz como yo con esa escena, así que apuré el paso y me frené al lado de ellos en el semáforo. Y sí, se lo notaba feliz. Mucho más que yo, porque esas eran sus hijitas.

Vuelta al mundo en una tarde

Arrancamos desde Buenos Aires directo a Los Ángeles. Ahí estuvimos un tiempo y partimos a Ginebra. Hablamos con gente de todo el mundo, paseamos por Francia e Italia y volvimos a Estados Unidos, esta vez a New York. Fuimos al MOMA, nos perdimos por varias calles, vimos un tipo tocando el piano en el medio de un lugar super verde.

Seguimos para China, hicimos un breve stop, regateamos unos zapatos en Pingyao y volvimos a Sudamérica. Pasamos por Rio de Janeiro unos días, subimos a Maceió y volamos directo a Uruguay. Nos sentamos en un bar de la Paloma a escucharlo a Drexler en vivo, de ahí directo a Punta del Diablo. Nos quedamos unos días, unos sacaban fotos, otros aprendían baile de salón.

Cuando era hora nos tomamos un vuelo a Bolivia, La Paz. Alguno se peleó con un novio, otro enfrentó un miedo. Cada uno decidía cómo viajar. Fuimos a un parque de diversiones pero dos no nos subimos a la montaña rusa. Miramos el cielo en La Paz y vimos el caos fantástico de cables. Seguimos a Macchu Pichu, unos lo hicieron en 5 días, otros hicieron el tramo más corto. Nos llovió pero la cámara aguantaba abajo de la lluvia.

Ya era hora de ir volviendo, así que pasamos por La Plata, salimos a andar en rollers con un grupo de gente desconocida y la pasamos increíble. Comimos super sano, hicimos abdominales todas las mañanas, escuchamos música electrónica y algunas cocinaron rico para el novio. Ya de vuelta frenamos en Balcarce, uno aprovechó para hacer capoeira mientras otra bailaba una chacarera. Nos quedamos sin nafta dos veces en el camino.

Se iba acabando la tarde así que volvimos a Buenos Aires, al Rosedal, recargamos agua caliente en un puestito y seguimos tomando mates. Hasta que los mosquitos nos ganaron y se nos acabaron las galletitas de azúcar negra derretida por el calor. El costo total del viaje: dos paquetes de galletitas, dos termos de agua caliente y yerba. Lo vamos a repetir, nos salió bastante barato!

Sueño 1: Asociación Internacional de Mochileros

Mis sueños por lo general tienen un nivel de precisión increíble. No sé si todo el mundo sueña igual, pero sé que los míos, las veces que me los acuerdo cuando me despierto, no puedo creer que tengan tanto nivel de detalle.

Justo hoy me desperté y me acordé de un sueño: Era una Asociación Internacional de Mochileros. Que se reunían en la ciudad en que estaba yo (que no sé cuál era) para de ahí partir cada uno a su destino.

Yo pasaba caminando y estaban todos sentados. Y todos tenían un buzo de la asociación, que venía en 4 o 5 colores: naranja, violeta, verde y azul. El fondo era clarito y tenía estampada unas letras como góticas por todo el buzo en el mismo color en tono oscuro. Con cierre y capucha. No sé por qué tanto énfasis en el buzo, pero mi sueño le daba énfasis. Porque yo caminaba y veía miles de cientos de personas con este buzo, charlando entre sí. Y todos con el buzo bien bien cerradito hasta arriba.

Cuestión que en esta asociación (que me contaba alguien con quien yo iba caminando) como que les "enseñaban" a ser mochileros. Les pasaban powerpoints explicando cómo armar la mochila, qué llevar, y le daban a cada uno un recorrido ya establecido, a qué ciudades iban a ir. En definitiva eran todos bastante nerds, no había obviamente ningún mochilero de alma!

Y quien iba caminando conmigo me decía, wow esto es para vos, por qué no te metés? yoooo? me muero antes de que me digan qué llevar y me digan a DONDE ir!!! jaja a mi dejame viajar solita sin Asociación. Mientras caminábamos escuché unos chilenos y unos españoles, que mi sueño imitó de manera asustantemente perfecta.

Cuando llegamos a mi casa, había dos chicos que no conocía. Y uno estaba sentado en la cama con MI mochila naranja y azul, que compré en 1999 en Barcelona y me acompañó a todos lados. Perdón?? ahhh, me explica alguien en común, ellos son de la asociación y están por viajar. Sí, esa parte la entiendo, pero la de agarrar mi mochila sin permiso??

Cuando me desperté me di cuenta que antes de acostarme había estado chequeando Couch Curfing y Homeexchange, obvio que mis sueños son una consecuencia de lo que busco! pero esta asociación me salió bastante gila, espero soñar con una mejor algún día y poder proponerla!!

A 30 años, 6 meses y 19 días de vida

Nunca, en 30 años, pero nunca, supe cuántas calorías comía por día. Y menos cuántas debería comer. Ni qué son los carbohidratos, qué debería mezclar con qué, cuánto engorda una aceituna, cuán light es lo light...nada de nada, siempre como que caminé por un mundo paralelo sin entender mucho del tema.

A lo largo de mi vida subí 5kg en un país de Europa y en otro momento bajé 5kg en Asia. Osea que oscilé en 10 kg en total, pero fueron períodos bastante cortos. El tiempo restante, me mantuve igual. De hecho tengo un jean desde los 16 años, que me entra perfecto (lo uso para pintar, pero no cuadros, cosas) que es mi varita medidora.

Y la cuestión es que hoy, a 30 años, 6 meses y 19 días de vida me puse un jean como cualquier otro día y me entró de casualidad. Y me asusté. Qué se hace en estos casos? por qué nunca escuché las mil charlas sobre los carbohidratos? En serio, me anulé. Serán 2kg de más capaz, o 1kg, ni idea, pero tengo que actuar! y además con el paso de los años cada vez va a ser peor, así que mejor ir aprendiendo!

Así que mientras escribo esto estoy cuidando unas rodajas de calabaza que estoy hirviendo para hacer un puré. NI IDEA si engorda o no, pero es verdura así que calculo que no. Y lo voy a comer sólo, es viernes a la noche pero me toca dieta!

Viajar sin pasaje

Mucha gente relaciona viajar con tomarse un avión, ómnibus, algo, e irse lejos. Obvio que es una de las formas, pero no la única. La gente dice ahhh si yo hubiera podido viajar, pasar un tiempo afuera, pero ya de chica empecé a trabajar, y la facu, mi novio, bueno ya me casé, y pasó. Pero me hubiera encantado viajar así como vos!

Los que me conocen dirán que no soy quién para decir que no hace falta trasladarse para viajar. Sí si, sé que soy una viajera trasladada, que chequeo siempre las páginas de vuelos, que siempre tengo un destino en mente por las dudas alguien me diga: ya, armá tu valija, vamos al aeropuerto y te subís a un avión. Cualquier destino, elegí (mi sueño hecho realidad). Así que siempre estoy lista!

Pero capaz lo que no saben es que yo viajo mucho "sin pasaje". Yo viajo donde sea que esté, mirando y acercándome a la gente. Viajo muchísimo acá en Buenos Aires, cambiando de calles cuando vuelvo de trabajar, enterándome las novedades que cuentan los kioskeros, los taxistas y los que venden flores. Y muy importante, mirando para arriba. Cuando mirás para arriba las ciudades sorprenden.

Mi otra forma de viajar sin trasladarme, es metiéndome en otros mundos. Creo que eso explica las mil actividades que hice en mi vida. Me pueden tildar de inconstante, pero yo puedo decir que lo que tengo es una curiosidad constante. No quiero ser experta en ningún idioma, en ningún deporte, en ningún arte. Quiero formar parte, aunque sea por un tiempo, de estos grupos que se juntan con un fin bien claro. Hoy en día sigo en contacto con gente increíble, que fui conociendo en teatro, alemán, aikido, francés, fotografía, chino, karate, portugués, entre otros.

Y si me traslado y estoy lejos, igualmente ahí viajo. Vendría a ser un sub-viaje, como una sub-categoría de mi viaje. Porque no me quedo con lo que me cuenta la Lonely Planet, a mi me gusta perderme, me gusta terminar donde no planeaba, que me agarre hambre cerca de un mercadito central o ver un partido de lo que sea que estén viendo los locales en un bar, eligiendo en ese instante para quien hinchar.

Para mí el viajar está muy ligado a la curiosidad por el mundo. Se tiene o no se tiene, estando en Buenos Aires o Pekín.



Foto: San Telmo, mirando para arriba.

Mi ferretero no vendedor

El ferretero a dos cuadras de casa. Japonés, aunque todos insistan en decirle "el chinito ferretero" (cosa que según comentarios de mi portero le molesta horrores).

Este buen hombre dedica horas de su tiempo a entender realmente cuál es el problema del cliente, qué tornillo necesita, cuánto peso va a tener el perchero, qué mecha realmente va a usar, cuántos metros necesita, pero en serio, cuántos?? No te quiere vender de más, no te quiere vender errado, casi que diría que no te vende.

En dos días me quedó súper claro su estilo de no venta. Que es buen tipo, ni dudas.

Primero fui a buscar un tornillo para la manijita de un ropero. Partí con la manijita en la cartera, ya sé las mil preguntas que me van a hacer y no sé responderlas, así que llevo todo lo posible. A ver, qué tipo de ropero? ahjá. Pero, cuán gruesa la puerta? ahjá. Bueno, opciones: y empieza a desplegar tornillos, roscas, tuercas...una explicación súper interesante y larga. Ya cuando estábamos mirando el segundo producto, un tornillito ínfimo para la cerradura (que no llevé), tratando de decidirnos entre dos, él a la par mía mirando, pensando...le digo, disculpá, cuánto salen los tornillos? $0,05 cada uno. Ahhh (no me quise reír, nada de subestimar el tornillo) me llevo los dos! Me miró como diciendo: derrochadora. Pero bueno, hice caso omiso y partí con mis dos tornillos. Esa vez estuvo bien, porque al menos me vendió. Pagué $0,20 después de media hora de sus sabidurías y análisis.

Me lo encuentro al portero y le digo, estuve en lo del ferretero, ya tengo lo de la puerta...uuuuu el chinito, es buen tipo, pero no te vende! el otro día fui a comprar una soga y cuando le dije para lo que era y la cantidad que quería no hubo forma, decía que me iba a sobrar. Así que no logré comprar.

Volví esa tarde, ya queriendo entenderlo a mi ferretero. Entro y había una señora mayor, de collar de perlas, labios pintados, bastón y sweater rojo, acompañada de una señora que la ayudaba. Claramente era el Programa de esta señora, lo tenía planeado desde hacía días: comprar la felpita para abajo de los muebles. Le empieza a explicar lo que quiere, señalando los stickers felpita en el mostrador, redondos, cuadrados, pedazos grandes, de todo. Y mi ferretero se apoya en el mostrador, se acerca y le dice, señora, sabe lo que le conviene?? va y se compra una alfombra, de esas de Bienvenido, la corta y la pone abajo de los muebles, tipo patines. Ni hace falta pegarla, córtelas grandecitas y punto. La señora lo miraba...pero y ésto? nooo, le conviene lo que le digo. A ver, la señora quería una solución, la tenía ahí al frente y este demasiado buen hombre la despachó!! Además claramente sus muebles eran franceses y nada de que se vea la alfombrita de Bienvenido. Iba a interceder, pero estoy aprendiendo a no hacerme cargo (me costó igual).

Me toca mi turno y de nuevo, horas de análisis de mi caso, que cuánto peso va a tener el perchero, pero cómo es, de qué madera, para carteras? o abrigos, todo? Finalmente encuentro lo mío, agradezco porque me lo quiere vender, le pago los $0,30 totales y justo atrás mío entra un chico. Hola! busco una mecha de 6...No, le dice el ferretero, sólo me quedaron las más caras! Ahí no pude evitarlo, además quería intentar robarle una sonrisa al japonés, así que mientras salía le dije Vendaleee vendaleee lo más caro, hay que vender!! El chico claramente sabía de la patología del vendedor y me miró con complicidad. Y mi ferretero sonrió.

Riesgos del pelo largo

Muy concentrada hablando con mi amiga Guada por teléfono mientras cocinaba. Claro, tal cual, tal cual...obvio, nosotras a eso por suerte ya lo tenemos claro...síii, si las habremos vivido ya! El celular apoyado en el hombro para tener las manos libres, mientras revolvía los fideos. Pongo unas salchichas cortaditas en la salsa y se caen dos. Y así, concentradísima charlando, me acerco a la hornalla y trato de agarrar las salchichitas con el tenedor. De repente veo FUEGO en mi pelo!! pero lo que se dice fuego, las llamitas amarillas y azules, en mi pelo. Tiré el teléfono y metí el pelo en la canilla, con un susto...creí que se me iba a propagar en milésimas de segundo y que me tocaba el corte carré.

También yo, pelo hasta la cintura. En una colita de caballo que después me di cuenta, estaba exactamente a un costado. La altura ideal para meter el pelo al fuego.

Ahí nomás agarré el celular, la Guada seguía ahí sin entender qué me había pasado. Nos reímos un rato de mi accidente doméstico y seguimos charlando como si nada...síii, tal cual, por suerte nosotras a eso ya lo tenemos claro...

En mi otra vida...detective?

En realidad debe ser una consecuencia de mirar tanto el mundo, de interactuar tanto. Con la mirada, con el oído, siempre atenta, que alguien llora en la otra esquina, que ese señor está perdido, que la señora de la otra cuadra se pelea por teléfono, que a alguien lo dejaron plantado, que a alguien le robaron, que hay un tipo sospechoso...yo veo todo, siempre. A veces cansa, dan ganas de meterse para adentro, y concentrarse en la música del ipod.

Más de una vez anoté algun número de patente en un papel o me grabé bien una cara, creyendo que era de sospechosos. Lo gracioso es: qué pensaba hacer con los datos? no sé, capaz creía que el caso que me parecía haber visto iba a ser de difusión nacional, me iba a enterar por el diario, e iba a poder colaborar: Sí, yo lo vi...y es ése, el número 3! o...sisi la patente del auto azul que salió picando de ese lugar es MFG 334, la tengo acá anotada, ojalá sirva...

Me acordé de todo esto porque hoy en Mc Donalds tuve un inicio de detectivismo y me frené.

Me senté a comer mi menú en el piso de arriba. Cuando me senté vi que a espaldas mías quedó un tipo, de cuarenta aproximadamente, con dos nenitas. Empecé a comer y escuchaba que las papas fritas, que quiero, que no quiero, que la mayonesa...y yo tranquila, sola. Me puse el ipod y hasta me sentí mal por estar tan tranquila y él con tanto caos.

De repente las veo pasar a las dos nenitas de la mano. A la más grande le calculo 8 años. La más chiquita me miró cuando pasó, así que se me grabó la imagen, tenía como calcitas y algo con lentejuelas. A dónde iran solitas, pensé, el baño no es para allá. Ahh a comprar un sundae, ok. Terminé de comer, junté mis cosas y bajé. De repente en la caja la veo a la más grande pidiendo algo, sola. Me quedé dura. Qué hago. Salí rápido hasta la puerta, para ver que no estuviera caminando sola la chiquitita. Y miré quiénes estaban cerca. Nada raro. Después la busqué adentro con la mirada. Nada. Volví a subir a ver si estaba con el padre...ahí ya pensé, Florencia, no será mucho? quién te manda a mirar tanto el mundo? Desde la escalera lo vi al padre, pero no la vi a la nena. Probablemente estaba sentada y desde ahí no la veía, era una miniatura. Pero no fui hasta allá a chequear, faltaba que me viera el padre buscando a su nena, de repente no aparecía, y yo, sospechosa!!!!!

Así que nada, la verdad me quedé con angustia. Pero seguro que la más chiquita volvió en algún momento y no la vi. No sé. Ahora sí espero que no sea de difusión nacional y me entere con el diario...porque no anoté ninguna patente ni me grabé ninguna cara.

Una silla azul. Una sola.

Mirá, no te la puedo vender sola...tengo las 4.
Ahh una sola? nono, tengo estas dos, pero no me podés desarmar el juego.
Una sola? y si va más gente a tu casa?
Pero por qué querés una sola?

Digo yo, nunca nadie buscó una sola silla? quiero UNA, ni una más ni una menos. Una silla para mi casa. Para sentarme yo solita, para que no me duela la espalda cuando estoy en la compu. Tanto tengo que explicar?

Y así empezaron, uno a uno a pasarse la voz en el mercado de pulgas. Preguntale al de rojo ahí, ese tiene sillas sueltas a veces. Eyyyyy José tenés una silla sola? para esta cordobesa que busca una sola. Y se armó grupito. Pero qué pasa si vamos a tu casa, dónde nos sentamos? y bueno, uds justamente que tienen tantos muebles, llevarían cada uno su silla, no? Yo muy seria sentada en una silla azul que quería, pero que era juego con mesa y otra silla.

Y así pasé un rato largo, viendo sillas escandinavas, sillas Luis XV, sillas sueltas pero caras, sillas baratas pero destruidas...hasta que me vio de nuevo el de las sillas azules. Ayyy cordobesa, todavía buscando tu silla? dale, llevate la azul. Rápido antes de que me arrepienta. Le pagué, la agarré y me fui a tomar un taxi a la esquina. Caí a lo de mis amigas a tomar mate, y me senté en mi silla. Mi silla azul. Comprada en el mercado de pulgas, pero moderna.

Mi nueva cama antigua

Caminando sin rumbo entré a un lugar de antigüedades. Tan típico mío, no puedo evitarlo. Y ahí, entre latas de té inglés herrumbradas* y zapatos de muñeca, estaba esta cama en miniatura. Dada vuelta y toda sucia. Pero mi ojo la detectó al instante. Disimulando mi encanto (necesario para negociar) la di vuelta, miré el precio ($20, será un kg de alguna verdura) y la dejé ahí. La mujer vino y la miró, uuu $20, este precio es del año del ñaupa. Pero bueno, te la dejo así si la querés. Y sí...qué le iba a negociar, a $15? ya fue, la llevo sin negociar. Además negociar cansa, así que cuando el precio es justo (o menor a lo que pagaría por algo) es mejor no decir nada e irse con el alma más en paz. Ahí ya expresé mi alegría...amo este color, el rosa con ese verde agua...qué lindo colchón! de cuándo será esta cama? Descuidate que en mi casa esta cama va a ser super feliz!! (A veces siento que uno se lleva un pedazo de esta gente que vende antigüedades. Y me gusta que sepan que uno realmente las valora!).

Y ahí está la cama, limpita y feliz en mi living, junto con una kitty hecha en China que es sacapuntas y que no logro abrir para sacarle lo de adentro sin romperla!

* no sale en el diccionario de la Real Academia Española. Pero soy tan cabezona que juro que existe!!

Una mujer en mi baranda

El susto que me dio mi propia ropa colgada. Abrí los ojos y esto fue lo primero que vi, en mi baranda al lado de la cama. Ninguna novedad, siempre me queda como mínimo la ropa de la noche ahí colgada. Pero esta vez tomó la forma de una mujer recostada en la baranda, y por una milésima de segundo me asusté. Obvio que no la guardé ahí nomás, desayuné, le saqué foto y después sí, baranda despejada.

Sin Z, lograré tener Paz??

Un montón de letras tiradas en el piso. 1:30 am a la salida del cine de Belgrano. Es más fuerte que yo ver letras sueltas, desparramadas en un piso!! Me acerqué y les dije a los sacadores de letras - Hola! a verrrr, estará mi nombre? mientras buscaba una F. No había forma, ni en el piso, ni en los montoncitos, yo seguía buscando. Llevá las que quieras, eh! Estamos sacandolas para tirarlas, ahora van a poner una lona. Qué?? es casi como si me dijeran que me regalaban monedas de oro.

Entonces empecé a pensar una palabra, mi palabra, para llevarme a casa. La mente en blanco. Cómo puede ser, cuál es mi palabra!! justo salía con mi amiga Guada de ver Comer, Rezar y Amar. Y ahí la chica tiene su palabra. Y ahí estaba yo, literalmente necesitando saber mi palabra para llevarme las letras. Solamente se me ocurría Hola. Qué básica! igual agarré el Hola, al menos era algo.

Los sacadores de letras me vieron los ojitos de felicidad entre tantas letras y me dijeron de nuevo, ey, las vamos a tirar, llevate las que quieras! ahí resignada con mi palabra empecé a agarrar varias vocales para no quedarme corta, y después letras típicas, la D, R, M, T, S uuuu la V también puede servir....siiii la C, sin la C no hago nada....obvio, la N sale como piña...y así salí cargada de letras de acrílico.

Llegué a casa, las apoyé en el piso y se me vino mi palabra, al menos la que necesito hoy. PAZ. Siiiiiiiii paz paz paz! a ver, la Z...uuuuuu no te creo. La z...no tengo Z, no te creo!! la N acostada puede servir. Pero me pone nerviosa. Y si vuelvo?? 1:50am. Soy TAN loca? es que de repente sentí que sin armar la palabra PAZ, no me iba a llegar nunca. Me asusté en serio, me lo creí. Así que googleé (1:55am) : sinónimos paz: armonía, sosiego, tranquilidad...sí sí eso, armonía, tengo M, tengo N.

Me dormí tranquila. Aunque no tenía Q.

Maldito piropo

El piropo de un policía. - Estás divina, me dijo. Yo pasaba apurada cuidandome de la gente que ya venía piropeando de más por el alcohol y la emoción saliendo de la juntada con Moyano en el estadio de River. Así que pasé por la vereda donde estaban estos policías, más tranquila. Para qué, éste me largó esta frase sin disimular. Yo me di vuelta y le clavé la mirada con un odio. Me iba a volver para hablar con el tipo, pero de repente miré y eran 5 los policías. Obvio que me iban a hacer pasar un mal momento. Así que seguí, bancándome los próximos piropos de los borrachos (que piropeaban hasta a las piedras). Un Boca-River no es nada al lado de esta juntadita de Moyano! ya aprendí que nunca más camino por Monroe a mi maderera amiga cuando la muchachada se junte...

Sos mamaaaaaá???

El saludo de una nenita a tres edificios míos y 5 pisos más abajo (o sea, lejos). Yo estaba en el balcón convirtiendo una madera en pizarrón (con pintura negra de pizarrón, el día que descubrí que existía me fasciné!!) y la nenita en un patio jugando. Cuando me vio me saludó con la manito. Y en seguida se puso las manos en la boca, para gritar bien fuerte: - Sos mamaaaaaaaaá??? - Noooooo, todavíaaaaa noooo, pero algún diaaaaaaaaa!

Se quedó con ganas de saludarme por el día de la madre. Se nota que lo acababa de aprender y quería saludar a todas las madres argentinas.

Yo camino solaaaaaa

Una mujer en el baño de la estación de trenes Constitución. Pasandose una track amarilla por las axilas, mirandose al espejo mientras gritaba "yo camino solaaaaa, ni con mi hermana, ni con mis sobrinos...no ehhhh, con nadie, SOLA, SOLAAAAAAAAAAAA". De repente le responde a gritos también la mujer que te da los papel higiénicos dobladitos "qué es tanto grito ahi ehhhh??? qué pasa che??? a gritar a otro lado!!!!!"

Yo me lavaba las manos y por un segundo me sentí en la cárcel. La mujer dobla-papelitos seguía respondiéndole, sin aparecer, se gritaban..la de la track seguía depilándose. Yo me pinté los labios y salí.

Mi zapatero Pablo Pescador

De repente yo estaba subida a una escalera de pintor, al penúltimo escalón, metiendo la mano entre bolsas y bolsas con zapatos, llenas de polvo de años. Una mezcla de alergia y vértigo, pero con una meta clarísima: encontrar las botas que le había dejado al zapatero hacía un año.

Cuestión que llegué y le expliqué, vengo a buscar unas botas pero no sólo perdí el papelito, sino que ya pasó un año...habrá chances?? y...ya pasó tanto tiempo, está difícil. Mire, si me deja pasar creame que las encuentro. Y así entré al mini cuartito atrás del mostrador, con cueros, máquinas, zapatos y zapatos. A dónde busco? y...ves allá arriba? sobre esa tabla? bueno ahí esta lo antiguo. Pero está inmundo. Ud. me ve así vestidita pero en dos segundos estoy allá arriba, usted nada más tráigame una escalera.

Ahí estuve un rato largo, él iba y venia atendiendo clientes y cada tanto aparecía. Después se subió un rato él y sacó unas parecidas...mmm no son. Qué numero sos? 36/37. Bueno, probate. Así que me senté en un banquito con almohadón de colchas y me probé...distintas a las mías, las mías eran mejores, pero zafan ehh. Ya tenían dos años ahí (ni pensar que tenían algún indicio de moda, al igual q las mías). Bueno, me las llevo. Así que partí con botas ajenas, de otra colgada que capaz se fue a vivir a otro país de repente y se olvidó de sus botas.

Y Pablo el zapatero en sus tiempos libres pesca. Tiene ahi su bolsito con el equipo. Es lo más mi zapatero, en estos días paso a tomar mates.

Fotógrafos de las vías

Un chico en el medio de las vías del tren, sacando una foto. Sin mirar para atrás en ningún momento para chequear que no viniera el tren. Me hizo acordar a cuando saqué una foto, igual que él, desde el medio de la vía. Pero yo cada 5 segundos miraba para atrás. Ahora que pienso él claramente sabía que por esa vía el tren venía sólo en su sentido...capaz yo lo sabía también, pero ni loca me arriesgaba! Acá la foto de la que me acordé:

Quiosquero buena onda

El quiosquero de la esquina. Que fui a comprar una Coca y me dice, llegaste bien a San Isidro ayer? mmmmm desconfianza, cómo sabe este tipo?? ahh ayer compré una tarjeta para el celular y me dijo, ey, si esperás a mañana se te duplica el crédito (quiosquero buena onda) uuuu me estoy yendo a San Isidro en un ómnibus desconocido, si llego bien no la cargo, si me pierdo la tengo que cargar para pedir indicaciones. De ahí sabía. Amo los quiosqueros buena onda.

Un colchón floreado doblado a la mitad, enganchado en un árbol. Para que se lo lleven los basureros. Pero qué lindas flores, yo tiendo a llevarme cosas de la basura, siempre me imagino que algo lindo puede salir de ahi. Pero un colchón es demasiado, es sucio y andaba apurada.

La suela de las zapatilla de una chica en el ómnibus, con polvillo rojo de cancha de tenis. Qué buena onda que puede coordinar con la amiga a tal hora y llegar a la cancha de tenis, pensé. Y despejarse un rato, las dos muertas de risa pasándose una receta de cocina, que escuché por la mitad y no me sirvió de nada.

Vecina del frente poniendo un piyama

Una mamá cambiando a su hijita en el edificio del frente. Sin cortinas, pura luz, la nenita desnuda subiendo los brazos bien para arriba para dejarse poner el piyama.

El olor de una pescadería que estaban limpiando de noche cuando pasé. Y las botas blancas de los que limpiaban.

El bostezo contagioso de una chica toda vestida de negro que paseaba su perro.

Charla con mi portero en el baño

Dos pelirrojas riendose fuerte y charlando de más con el cajero de un banco, en el aeropuerto. Yo apuradísima en la fila, esperando. La más bajita tenía un pañuelo de todos colores en la cabeza.

El lunar/verruga del remisero. En el cuello, del lado derecho. Yo trataba de no mirarla pero siempre me olvidaba. Porque me cuesta eso de hablar con los choferes por el espejito retrovisor, como hacen ellos. Yo les hablo mirándoles un pedazo de la cara, hasta que tarde me acuerdo que me están mirando por el espejito.

Una paloma que me miraba por la ventana mientras comía mi combo de Mc Donalds. El cielo bien oscuro. De repente en una parte se corrieron las nubes y apareció el sol. Quedó un color rarísimo, de nubes oscuras y edificios iluminados por el sol. Y la paloma se voló.

La charla con mi portero. En el baño de mi departamento, él arreglando la mochila de mi inodoro y yo de cuclillas en el piso, mezclándole un pegamento con una espátula. Se murió la señora del lado. Yo de repente con la mano en la boca, como en las películas. Entre asombrada y triste, por más que no fuéramos cercanas. Pero era tan joven!! No, cumplió 53. Por eso, super joven! yo todavía con la mano en la boca. Y bueno, es la vida dice él. Hay que tenerle miedo a los vivos nomás.