En épocas de las fiestas, de regalos, de locura de compra y venta, cada tanto me aparece la deformación profesional. Como hoy que mirando a un tipo que vendía sus artesanías en el pasillo del subte me puse a pensar, cuál será el arito que mejor vende?? y cuál será el que no vende ni rebajadísimo? Quién es su cliente tipo?
Pensando en esto me acordé de un hippie que conocí en Máncora, Perú. Cuando viajo sola conozco mucha gente que pasa tiempo en la calle, porque ando en la misma y con tiempo libre. Así que con este chico nos hicimos compinches unos días, yo feliz de conocer su mundo de venta de artesanías (intercalado con surf).
Un día me mostró su "producción". Un montón de piedras, piedritas, maderitas, alambres, ganchos, tanzas, etc. Todo en una cajita. Y un montón de fotocopias con dibujos de lagartijas, duendes, estrellas, flores y demás formas.
Me cuenta así como al pasar: No sabés lo que vende esta hadita!!! la hago y a los dos segundos la vendo!!! (me decía mientras hacía un arito de lagartija y con cero haditas en el stock). A ver, a ver, y por qué no hacés MUCHAS haditas si ya sabés que se vende tan bien? si a la lagartija no te la compran tanto ni te gastes. Invertí tiempo en lo seguro! (para mí, más claro echale agua).
Él me miraba como diciendo...pero yo quiero hacer lagartijas!!! y seguramente por dentro pensaba, lo del hadita es casualidad, seguro un día empieza a gustar la lagartija, qué sabe esta cordobesa!!
Ahí reaccioné, por eso él anda tan pancho vendiendo artesanías y haciendo surf, sin pensar qué vende bien sino qué tiene ganas de hacer él ese día y yo trabajo todo el día mirando un excel para saber exactamente qué vende bien, soñando con estar haciendo surf y vendiendo artesanías en la playa...
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