Hoy mientras iba en el ómnibus con mi nueva mesa de luz, pensaba: por qué nunca veo gente trasladando cosas? Digo, estadísticamente, si la gente trasladara los objetos como yo los traslado, debería ver por día en promedio 3 sillas, 2 mesas de luz, alguna lámpara...digo, dónde están? Todos las llevan en taxi o auto?
Entonces me puse a recordar mis traslados...mi banco, ese fue el mejor. Estaba yendo a boxeo (que practiqué hasta que me lesioné la rodilla, no era lo mío!) y de repente veo una casa de antigüedades. Si alguien va siguiendo este blog entenderá que SIEMPRE entro a estos lugares, no puedo evitarlo. Así que entré, y salí feliz con un banco alto de madera perfecto para la barra de mi cocina. Pero todavía tenía que ir a boxeo, así que caminé las tres cuadras con mi banco y cuando llegué expliqué en recepción y lo dejé ahí.
El gimnasio era una casa antigua en Belgrano, sobre Echeverría, con escalera de madera, todo madera, cuestión que mi banco iba pintado. Cuando termino la clase bajo y en recepción había dos chicas diferentes, una muy sentada en mi banco tomando mate. Y ahí vino la explicación surrealista, que disculpara, que ese banco era mío, así que la chica dejó el mate, me devolvió el banco y se quedó parada, seguramente pensando, me sonaba que nunca hubo dos bancos! así partí a tomar un taxi. De más está decir que esperé el taxi felizmente sentada en mi banco, en esos momentos vuelvo a tener 5 años!
Y entonces vuelvo a mi pregunta, dónde está la gente que traslada cosas? O mejor dicho, dónde están las cosas que traslada la gente? cómo llegan los percheros de pie a las casas? y las mesas de luz? las sillas? todas van prolijamente guardadas y no las vemos?? a mí siempre me ven!! O también pensé, será que nadie compra sólo una mesa de luz? ni una silla solitaria azul como la mía? ni un banco suelto? capaz viene por ahí el tema, que va para una próxima entrada en mi blog!
Flori! me copan tus cotidianeidades (que palabrita!!! tuve que decirla para poder escribirla!!) Me rio mucho y te pintan de cuerpo entero! te quiero amiga!!! bsss
ResponderEliminarConsu
Flori, te cuento una mía, salgo de lo de mi mama caminando por Marcelo T (pobre nunca nadie le dice Alvear al tipo este pero sera tema de otro mail, ya me entendes vos), de repente me encuentro con una silla de acrílico naranja, rota pero maravillosamente bella tirada en la basura, me apodere de ella cual bebe a la teta, me senté a esperar el 60 en Ayacucho y Sta Fe y como al subir estaba lleno y no me quedaba mas remedio que apoyar la silla en el pasillo (cuantas "ll" por diooo) me hice mi propio asiento del colectivo, en una silla setentosa de la que hoy conservo vestigios todavía. Mas alla de eso me podes ver caminando por la calle con tanta tanta cantidad de cosas. La ultima por ej, un rompecabezas, armado sobre una plancha de corcho, peleando contra el viento y su intención te arruinar mi trabajo y dedicación de mas de un año, en un par de segundos mientras la gente miraba absorta ante tanta parafernalia equilibrista!!!
ResponderEliminarBesosssss
Vale
Consu! Goya u Otero??? a la que sea, besos y gracias por seguirme!!
ResponderEliminarValen, genial tu relato! muero por ver esa silla con historia! todavia nunca me senté en el bondi en mi propia silla...me encantaria! lo único fue apoyar todas las cosas que tenía en la mesa de luz que llevaba en el bondi ja, ya eso me dio alegría.
Y el rompecabezas sobrevivió?? besos!